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Los fósiles

¿Qué es un fósil? Los fósiles son restos de seres vivos que tras quedar enterrados, se convirtieron en piedras al cabo de millones de años. Los fósiles mejor conservados son los animales y plantas que murieron en el agua y fueron recubiertos por una fina capa de tierra.

Los dinosaurios dejaron rastros de su existencia en la tierra en forma de fósiles como huesos, dientes, huevos o pisadas.

Para reconstruir un dinosaurio es necesario mucho tiempo e investigación. Una vez se encuentran restos de huesos, el procedimiento es el siguiente:

Cuando todo el hueso está al aire, se tapa con tiras de papel mojado y se cubre con vendas de arpillera empapadas en agua y yeso (similar a una escayola). Tras añadir varias capas de escayola, se levanta y se cubre por detrás. Una vez en el laboratorio, los paleontólogos quitan la escayola con pequeñas sierras, limpian los huesos y los refuerzan con pegamento especial, sueldan las piezas rotas y reconstruyen las partes que faltan. Gracias  a los ordenadores actuales, se puede recrear con bastante fidelidad una imagen de un dinosaurio vivo, aunque aún no está claro el color que tenían.

Uno de los primeros en encontrar fósiles, fue el médico inglés Gideon Mantell. En 1820 junto a su esposa Mary Ann, encontró dientes y huesos pertenecientes a un ser vivo y no tardó en comprender que pertenecían a un reptil gigante, al que le pusieron el nombre de Iguanodon.

La mayoría de los fósiles se forman cerca del agua. Allí el ser vivo queda cubierto por la arena antes de pudrirse o ser devorado por los depredadores y carroñeros. Las capas de sedimento se acumulan, el tejido blando se pudre y sólo quedan los huesos. Con el paso de millones de años, los continentes se desplazan, llevando consigo los restos de fósiles que se encuentran enterrados. Si los continentes chocan, las rocas pueden plegarse y las montañas se pueden erosionar. Allí es donde un fósil puede salir a la superficie y hacer su aparición.

Un ejemplo de cómo se forma un fósil:

Un dinosaurio muere hace 150 millones de años. Muy rápidamente su piel y su carne desaparecen, pero los huesos más duros de su esqueleto se conservan. Poco a poco el lodo lo va cubriendo. En el suelo, sus huesos se quedan envueltos de fango, tierra y roca. Los minerales de la roca sustituyen la materia que los constituye. La filtración de la lluvia y el peso de las capas de la tierra, desplazan los huesos fosilizados del esqueleto. Algunos incluso pueden llegar a desaparecer. Finalmente, millones de años más tarde, los paleontólogos descubren elementos del esqueleto escondidos en la roca.


Hay diferentes tipos de fósiles. Principalmente se suelen fosilizar las partes duras tales como las agujas, cortezas o nervios de una planta, así como los cuernos, concha o dientes de un animal. También podemos encontrar fósiles en las huellas, los excrementos y los huevos. En el ámbar, podemos encontrar insectos fosilizados.

Pero no todo se puede saber por los fósiles; algunos elementos como el color de la piel, la intensidad de la mirada o la potencia de sus bramidos no se fosilizan. Por ello los paleontólogos comparan los fósiles encontrados con los reptiles actuales, los mamíferos y las aves para poder sacar algunas conclusiones
                      
A las huellas de un animal de hace millones de años, se les denomina icnitas.

Los yacimientos más importantes de dinosaurios están en Norteamérica, Europa y Asia, aunque se han descubierto recientemente, unos muy interesantes en la Antártida y Australia. Cada año se encuentran restos de nuevas especies de dinosaurios.



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